MORELIA 31/10/22
Halloween: entre la apología de la violencia y la banalidad del mal
Opinión en breve/Lorena Cortés
Morelia, Mich.- 31 de octubre de 2022.- México tiene una herida abierta de miles de víctimas,
cientos de miles de madres, padres, hermanas, hermanos, abuelas y abuelos que
perdieron a un ser querido por la inseguridad. Cada vez es más común escuchar y
ver en medios de comunicación, así como en redes sociales, noticias sobre
muertes violentas, con trágicas imágenes de descuartizados, embolsados, etc.
Sin que eso fuera poco,
para celebrar Halloween, muchas personas en varias ciudades “adornan” con
muertos vivientes, piernas, brazos, embolsados, y ensangrentados esparcidos por
todos lados. ¿No basta, con la realidad que se exacerba en medios de
comunicación?
Hoy en día la realidad
esta tan deformada que no alcanzan las palabras para describirla, sin embargo,
las celebraciones de halloween nos evidencia como está normalizada la violencia
y la narco cultura.
Cada vez la gente prefiere
disfraces de capos o utilizar metralletas de plástico con billetes falsos,
haciendo alusión a “la narco cultura”.
En algunos mercados de varias ciudades del país es muy común encontrar figuras
de descuartizados, que se han vendido más de lo normal, según refieren propios
locatarios.
Autoridades del cablebús
en la ciudad de México, retiraron dos embolsados que habían sido puestos en la
estación campos revolución, de la línea 1 del metro, gracias que varios
usuarios manifestaron su indignación.
En Sinaloa, las
autoridades desplegaron un operativo contra todo tipo de apología de la
violencia, y los objetos más incautados fueron mascaras del chapo y metralletas
de plástico.
Esta tradición, es una de
las celebraciones más importantes del calendario festivo estadounidense, la
noche de hallowen que a pasado en México del dulce o truco y de tallar
calabazas y regalar dulces a los niños, a un una suerte de apología del terror.
La banalidad del mal es
lo que hemos visto en las celebraciones de Halloween, al ver la frialdad y
tranquilidad con la que cientos de personas osaron a disfrazarse de capos y de
utilizar partes del cuerpo ensangrentadas para esta celebración.
Hacer del Halloween una
aberrante apología de la violencia en un país dolido por cientos de miles de
víctimas, no hace más que demostrar una completa insensibilidad al sufrimiento
ajeno, nada más cercano a la normalización de la violencia en nuestra sociedad.