Perecen cuatro hombres al
desplomarse avioneta
RED 113/Zócalo Monclova
Monclova, Coahuila.- 31 de julio de 2015.- Una imprudencia provocó el desplome de la avioneta en
la que viajaba el subsecretario de inversión y ex alcalde de Guerrero,
Francisco García Castells, quien falleció junto con los empresario mineros
Miguel Ángel y Francisco Antonio Aréchiga Garza, pues la tripulación emprendió
el vuelo pese a violar normas aeronáuticas de seguridad al pretender viajar con
sobrecarga.
Tras despegar, la
aeronave se mantuvo sólo escasos minutos en el aire y a menos de un kilómetro
de distancia de la pista de First Majestic, en la mina La Encantada de Ocampo,
se vino abajo por el pesado equipo que transportaba y que le impidió volar
adecuadamente, además de que las condiciones climatológicas no eran óptimas.
El fatal accidente en el
que fallecieron las tres personas antes citadas y una cuarta identificada como
el piloto Jesús Manuel Martínez Espinoza, se registró después de las 19:10
horas a 218 kilómetros de distancia de la cabecera municipal, donde la unidad
se estrelló contra la sierra de Múzquiz para después incendiarse y explotar,
muriendo de manera instantánea sus tripulantes calcinados.
Diligencias realizadas
por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado revelaron que
fuertes vientos registrados a esas horas envolvieron la avioneta Cessna 182 con
matrícula XB VGF, generando una "bolsa de aire" en la que quedó
atrapada para después ser arrojados a tierra y explotar.
La enorme bola de fuego
que consumía los restos de la aeronave, que era piloteada por el experimentado
empresario carbonero Miguel Ángel Aréchiga Garza. alertaron a los trabajadores
de la mina y los bomberos de First Majestic se enfilaron al lugar para brindar
socorro.
Por desgracia sólo fueron
testigos de una escena aún más devastadora: la avioneta partida en pedazos y a
metros los cuerpos calcinados de sus pasajeros.
Los primeros en arribar
al sitio fueron policías municipales de Ocampo, quienes confirmaron las muertes
y dieron parte a la Policía Investigadora del Estado, cuyo personal tardó horas
en arribar debido a que el sitio era de difícil acceso.
No fue hasta alrededor de
las 05:30 horas que se ordenó el levantamiento de los cadáveres para ser
trasladados a Múzquiz y continuar con las investigaciones correspondientes en
torno al caso.