domingo, 25 de enero de 2015

Preparados para ganar

Preparados para ganar
RED 113 MICHOACÁN/Redacción
URUAPAN, MICH.- 25 de Enero de 2015.- El frío de la mañana aún calaba; la plaza Morelos era el lugar indicado. Desde las nueve de la mañana empezaba a verse un movimiento inusual, poco a poco llegaban personas a pie, en camiones urbanos, vehículos y camionetas. Muchos llevaban cartulinas, mantas y globos rojos o blancos. Otros ni se conocían entre sí; venían de colonias, ejidos, tenencias y barrios, pero todos, todos, con un mismo fin: apoyar al ingeniero Ramón Hernández Orozco.
Las nubes que trataban de ocultar el astro rey, poco a poco fueron desapareciendo del firmamento para dejar pasar sus rayos y alegrar la concentración de los militantes del tricolor que llegaban a la pérgola procedentes de los cuatro puntos cardinales. El Conta Meraz ya preparaba el sonido e invitaba a organizarse para gritar porras a favor del Inge Ramón. La muchedumbre cada minuto aumentaba. Ya eran mil o dos mil.
Las diez de la mañana y ya la multitud coreaba las porras como calentando garganta; las bandas de música como Los Poderosos Chirimoyitos de Tingambato, La Charandoza de Uruapan o La Tremenda de Tiamba, interpretaban sones y pirekuas; el toro pinto, el gusanito o Juan Colorado eran algunos de los temas mientras empezaban a llegar también los toritos y se acoplaban al ritmo de la música.
Todo listo, tomaron sus respectivos lugares como cuando inicia un desfile o se hace el recorrido de las yuntas de los tradicionales barrios; el convoy lo encabezaban el inge Ramón y el precadidato a una diputación local, Aldo Macías. Era algo así como el desfile de los artesanos en el Domingo de Ramos triplicado en cantidad. La música, las porras, las vivas, las matracas. ¡Se ve, se siente, Ramón está presente!. Ya eran más de tres mil y seguían llegando por todos lados.
La vanguardia tomaba posición a la altura de la Casa de la Cultura y el contingente se extendía hasta el Museo de los Cuatro Pueblos Indios. El Inge Ramón con una camisa blanca bordada en punto de cruz; una artesanía elaborada en la comunidad de Zacán; de las manos mágicas de Eufemia Méndez. La mayoría de los participantes iban de mezclilla y camisa o playera blanca. Buena organización. El contingente partió lentamente hacia el poniente, pasaron frente al hotel Plaza, en la calle Ocampo hasta el monumento a la bandera. Y seguían llegando. Ya eran cuatro mil.
La caravana avanzó por la calle Independencia; personas de un gym en la caja de una camioneta bailando al son de “no, no, coco no, coco no” y una enorme cartulina con la leyenda: “Nosotros vamos con MON”. Enseguida, una danza de los viejitos y dos toritos que bailaban al ritmo de la banda La Charandoza que interpretaban el tema de Los Once Pueblos. El cuetero aprovechaba cada lapso, cada espacio, para subir al cielo los cohetes que retumbaban al explotar.
La caravana da vuelta a la izquierda en la calle de Juan Ayala; avanza lentamente hasta la esquina con Emilio Carranza. Ya son más de tres cuadras y aún hay mucha gente en la plaza. Calculan los que saben que ya son cinco mil. A lo lejos, sobre la calle del 20 de Noviembre, se observa un templete en la calle, frente a la sede del PRI, otro contingente ya los espera. El Conta Meraz y Pepe Durán se alistan para conducir el evento.
Las consignas son escritas en cartulinas sobre los cofres de los vehículos estacionados; el escribiente lo hace a toda prisa, mientras alguno de sus compañeros le dicta; la ortografía es lo de menos. Todos van sobre el apoyo al Inge Ramón; uno llama la atención, se sale del esquema, del reglamento o formato y dice: “Ramón, quiero tener un hijo tuyo”. Mientras se distribuyen a granel, otros gritan consignas con rima o sin rima, lo importante es hacer presencia: “mango, sandía, Melón; Ramón es el campeón”.
Artesanos, payasos, luchadores, taxistas, camioneros, ex policías, funcionarios, dinosaurios y hasta periodistas, se ven a lo largo de la calle Juan Ayala hasta Emilio Carranza, Luego 20 de Noviembre hasta Francisco I. Madero, Libertad y la esquina de Abigaíl Patiño a la altura del puente sobre el río Cupatitzio. Ya son más de seis mil, calculan los de gobernación.
Mientras se registra el Inge Ramón como precandidato a la presidencia municipal de Uruapan, en el exterior del tricolor se escucha el “Juan Colorado” que interpreta la banda La Tremenda, el meritito Tiamba. El Conta Meraz y Pepe Durán en el templete, pasando lista, enviando saludos y “calentando” el ambiente, mientras ya el sol caía a plomo, estaba alineado en el zénit como presenciando esta gran fiesta de los priístas.
Desde la esquina de Independencia y Juan Ayala, hasta el puente sobre el Cupatitzio, era un río de gente de todas partes. Las famosas matracas se dejaban escuchar; las porras para el Inge Ramón se confundían; era prácticamente el clímax, el precandidato haría uso de la palabra, daría un mensaje a sus simpatizantes y seguidores. El morbo era evidente, qué diría sobre los otros dos que también la quieren, Poncho y Picho, me preguntaba. Esperamos pacientes bajo una leve pestaña de una vivienda que brindaba un poco de sombra para cubrirnos del intenso sol, casi frente al templete.
El Inge Ramón sube al templete acompañado de varias personas, entre ellos el otro precandidato; las fotos, los flashes y las selfies a todo lo que dan. El Inge señala en su discurso que este es un día de fiesta para los uruapenses, una fiesta como hacía muchos años no se veía; saludó al dirigente del tricolor municipal, Luis Rangel Anguiano; a los que llegaron de todas partes a este histórico evento.
El partido está unido. Tenemos el ejército y la maquinaria muy bien aceitada; somos un partido preparado para ganar. Y envió un mensaje a los dirigentes del partido, que ojalá y no se equivoquen y seleccione el mejor candidato; que dará la batalla, es la militancia y simpatizantes quienes tienen el derecho de elegir a quien lo represente. Las porras arreciaban mientras estaba el discurso. Quince minutos después, los saludos y abrazos. Ahora, todos somos amigos del Inge Ramón.
Los contingentes siguen pasando frente al templete. El Conta Meraz va leyendo las cartulinas y lonas de apoyo; la fila parece interminable. Ocho mil participantes, dicen los de gobernación. Ese es el reporte que mandaremos, dijeron. En la retaguardia, una ambulancia del grupo AMRU, una patrulla de la Policía Federal y un camión de Bomberos Profesionales de Uruapan, para cualquier contingencia. Poco a poco se van retirando, asoleados y con hambre. El algodonero y el churrero, hicieron su agosto. El taquero de la calle 20 de Noviembre, junto al telecable, no se daba abasto. “Ramón es mi gallo”, el letrero que más observé. Con el nombre de Ramón Hernández, puedes entrar a la cuenta del “feis”, invitaban algunas jovencitas a los asistentes. Se rumoró que más tarde se registraría Pedro Plancarte.


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